Lo más destacable
del instante del despertar
del instante del despertar
a nuestra verdadera naturaleza real,
es que el personaje que éramos
se esfuma.
se esfuma.
Simplemente de repente no está
y esta liberación repentina
produce una intensa alegría
y todo encaja perfectamente,
todo es lo que es y como es.
Lo que nos atenazaba
y nos hacía sufrir,
y nos hacía sufrir,
nunca había sido real.
Y uno ríe y ríe
al darse cuenta
al darse cuenta
de lo estúpido
que había sido.
que había sido.