La vida y la muerte revolotean
tan cerca la una de la otra,
tan cerca la una de la otra,
que se confunden
en un ir y venir de sensaciones,
en un ir y venir de sensaciones,
en busca de un significado
del que carecen,
del que carecen,
creyendo en una realidad
que no tienen,
que no tienen,
pretendiendo iniciar y terminar
lo que ni siquiera existe.
lo que ni siquiera existe.
La vida y la muerte revolotean
tan cerca la una de la otra,
tan cerca la una de la otra,
que parece que son lo mismo,
que son inseparables,
que están más allá de la razón,
la sinrazón y el olvido.
La vida y la muerte revolotean,
pero ya no hacen ruido.