887.- Interminable.



Todo problema es al final
una tensión
entre las cosas como son
y como nosotros creemos
que deberían ser,
o quisiéramos que fuesen.

Por eso la solución
es siempre abandonarse
con toda atención
al interminable fluir
de los acontecimientos.

Así desparecen espontáneamente
todas las perturbaciones.