Cuando me preguntaban de pequeño
qué quería hacer en la vida,
qué quería ser,
siempre contestaba que no lo sabía,
siempre contestaba que no lo sabía,
que solo sabia lo que no quería.
Aún hoy no se qué quiero ser
y sin embargo soy feliz.
y sin embargo soy feliz.
Un día me di cuenta
de que ser algo es limitarte
de que ser algo es limitarte
y meterte en una caja de por vida
con una etiqueta identificativa encima,
resistiendo y soportando el sol, el viento
y la lluvia de la existencia.
Y me di cuenta de que
los que me habían preguntado aquello
los que me habían preguntado aquello
mal vivían insatisfechos
encerrados en sus pequeñas cajas
encerrados en sus pequeñas cajas
esperando que ocurriera algo algún día
que los sacara de allí.
que los sacara de allí.
Somos libres y podemos enfocar
nuestra capacidad donde surja,
nuestra capacidad donde surja,
creando una y otra vez
mundos enteros en los que vivir
mundos enteros en los que vivir
y somos felices ya por ser lo que somos.
Por qué apretarnos en cajas?
No hay por qué esperar
a que aparezca un trabajo,
a que aparezca un trabajo,
una persona,
un acontecimiento determinado,
un acontecimiento determinado,
una vocación o un destino
para hacer esa sola cosa,
para hacer esa sola cosa,
alejémonos simplemente
de donde no nos sintamos bien
y vayamos viviendo.
de donde no nos sintamos bien
y vayamos viviendo.
Puede que esa sea la vida,
ir viviendo.
ir viviendo.
