736.- Sin saber.




Vivo feliz sin darme cuenta
de que lo soy.

La mayor parte del día la paso
sin saber bien quién soy,
ni qué es lo que hago.

Entregado sin restricciones
a un disfrute sin límites
y sin fin.

De vez en cuando
me detengo ligeramente
y reflexiono lo mínimo necesario
para acertar a verme
como en un espejo
y comprobar que estoy bien
y que todo está estupendamente.

Entonces a veces me sucede
que en esa casi irreflexión
al borde de mi mismo
y en el vacío en el que vivo,
se produce un destello de luz
y en ocasiones lo escribo.

Y otra vez me giro
y de nuevo,
en mi gozo,
me olvido.