Me encanta la suavidad
con la que mi moto
entrega la potencia.
Lo acogedor de mi silencioso
pequeño coche.
con la que mi moto
entrega la potencia.
Lo acogedor de mi silencioso
pequeño coche.
Mi casa vacía que me cobija,
mi cama incomparable,
mi cama incomparable,
mi maravillosa ducha caliente.
Mi guitarra suave
y siempre nueva.
Mi ropa cómoda,
mi trabajo que esquiva el intelecto.
Cada comida distinta siempre llena
de frutas, verduras, colores
y sabores intensos y sencillos.
Mis pesas que me llevan
al límite cada día
y que gozo.
Como cada asana de yoga
que me entrega
todo su poder y flexibilidad
La gente que me abraza
sincera y me quiere.
Saber ignorar toda violencia
que jamás comparto.
Dejarme ir sin miedo
y sin expectativa alguna
mientras canto,
río y alegre me sorprendo
por lo que parece siempre igual
El sabor fresco de la cervecita
tras el intenso calor del tequila.
El vino en las comidas
que atonta mis sentidos
pero hace gozar mi corazón.
Mis montañas
que se muestran nuevas
a cada instante
y me recuerdan lo poco que soy.
La gran pantalla antigua
de mi ordenador
donde me pierdo
mientras mi potente
equipo musical me roba el sentido.
Mi tiempo sereno
y lento que no pasa
sino que se extiende arriba, abajo,
a la izquierda, a la derecha,
adelante y atrás sin fin cierto.
Y que me contiene
en algo que no llega jamás
a adquirir una forma determinada
pero que sin cesar me llama,
me sugiere y me completa.
Los paseos sin temor bajo la lluvia,
el sonido del mar
mientras me acaricia
el calor del sol sobre la arena.
Dormir, el silencio,
Mi guitarra suave
y siempre nueva.
Mi ropa cómoda,
mi trabajo que esquiva el intelecto.
Cada comida distinta siempre llena
de frutas, verduras, colores
y sabores intensos y sencillos.
Mis pesas que me llevan
al límite cada día
y que gozo.
Como cada asana de yoga
que me entrega
todo su poder y flexibilidad
La gente que me abraza
sincera y me quiere.
Saber ignorar toda violencia
que jamás comparto.
Dejarme ir sin miedo
y sin expectativa alguna
mientras canto,
río y alegre me sorprendo
por lo que parece siempre igual
El sabor fresco de la cervecita
tras el intenso calor del tequila.
El vino en las comidas
que atonta mis sentidos
pero hace gozar mi corazón.
Mis montañas
que se muestran nuevas
a cada instante
y me recuerdan lo poco que soy.
La gran pantalla antigua
de mi ordenador
donde me pierdo
mientras mi potente
equipo musical me roba el sentido.
Mi tiempo sereno
y lento que no pasa
sino que se extiende arriba, abajo,
a la izquierda, a la derecha,
adelante y atrás sin fin cierto.
Y que me contiene
en algo que no llega jamás
a adquirir una forma determinada
pero que sin cesar me llama,
me sugiere y me completa.
Los paseos sin temor bajo la lluvia,
el sonido del mar
mientras me acaricia
el calor del sol sobre la arena.
Dormir, el silencio,
y sobre todo
poderme dar perfecta cuenta
poderme dar perfecta cuenta
de que me encanta
toda mi vida.
toda mi vida.
