Ves una película que te impresiona
y no puedes dejar de pensar en ella.
y no puedes dejar de pensar en ella.
No paras de recordar las imágenes,
los diálogos, los personajes y lo que hicieron.
los diálogos, los personajes y lo que hicieron.
Resientes una y otra vez lo sentido y proyectas
en la trama tus propias opiniones,
en la trama tus propias opiniones,
pareceres, temores, deseos y expectativas,
como si todo eso fuera real.
como si todo eso fuera real.
Y acabas pretendiendo soltarle tu rollo
a cualquiera que esté cerca,
a cualquiera que esté cerca,
bajo la excusa de que los personajes sois tú,
tu familia, tus amigos,
tu familia, tus amigos,
enemigos, o compañeros de estudios o de trabajo.
Que el reparto o el guión y sus implicaciones
para tu vida no te satisfacen,
para tu vida no te satisfacen,
que son injustas,
o incluso puede que hasta te agraden.
o incluso puede que hasta te agraden.
Por favor, que es una película.
A mi no me la cuentes.
No me interesa el cine,
ni las locuras del pensamiento.
ni las locuras del pensamiento.
Ni tengo la culpa
de que tu confundas eso con tu vida.
de que tu confundas eso con tu vida.