724.- Llame.



Si dejamos que el acontecer que nos contiene
llame nuestra atención
y la lleve de un lado a otro
sin que se detenga,
ni rehuse acudir a cualquier otro estímulo
en el campo de la percepción.

Veremos que se traza sin querer
una especie de camino
que nos va indicando cada paso a dar
y cada respuesta adecuada.

Sin necesidad de entrar
a preguntar en el intelecto,
con sus excentricidades de bueno-malo,
pasado-presente-futuro,
deseos, insatisfacciones, yo y lo demás,
conceptos, creencias
y todas esas memeces inservibles
cuando de estar bien se trata.

Ese camino que se va trazando solo,
se conoce como 'camino medio',
'tao' o 'vía de la iluminación'.

No hay nada más sencillo
que seguirlo sin miedo,
ya que no conduce a ningún lugar,
ni hay nadie que lo viaje.

Es solo gozo sin par.