648.- Más nada.



Y cuando por fin lo tuve,
me pregunté para qué servía tenerlo
y si había merecido la pena
tanto esfuerzo.

Si en realidad
el sentimiento que ahora sentía
y que era lo que en verdad buscaba,
estaba en mi desde el principio
y ya lo conocía.

Por qué no me permití
sentirlo plenamente
desde el principio
y tuve que esperar
hasta conseguir aquello.

Tal vez no necesitaba haber 
llegado hasta aquí para sentirme
como anhelaba sentirme.

Y entonces ya no quise más nada.