De nada vale si no nos llena,
si no nos hincha de alegría,
si no nos sentimos plenos,
si no nos reímos
aunque sea en silencio.
aunque sea en silencio.
No sirve de nada
si no nos dan ganas de saltar,
si no nos dan ganas de saltar,
de salir corriendo a mirar las estrellas,
de bendecir el suelo que pisamos
y el aire que respiramos.
y el aire que respiramos.
Es para nada si pasa y no nos mueve,
si lo atravesamos y no nos sacude,
si después de vivirlo
no nos sentimos afortunados,
no nos sentimos afortunados,
agradecidos y felices.
La vida es una sola vez,
fugaz como el salpicar
de las olas contra las rocas,
de las olas contra las rocas,
bella como una gota de rocío y única
como cada irrepetible instante que vivimos.
No nos quedemos al margen,
no la dejemos sin vivir.
