568.- La duda.



No tenemos por qué
pasarnos la vida buscando.

Es verdad que nada dura lo suficiente
como para ofrecernos la seguridad
que todos anhelamos
y que los deseos suelen tornarse
en irrealizables fantasías con el tiempo.

Pero si retiramos la atención
del incesante fluir
de los pensamientos conceptuales,
nos sorprenderemos por completo en paz,
sin nada más que hacer o esperar.

No es difícil este así llamado
despertar de la consciencia, 
lo que ocurre es que
de puro simple y sencillo que es,
no le damos la confianza que merece
y ante la duda volvemos a centrarnos
en pensar y pensar.

Inmersos en una tediosa rutina
que nos mantiene en la insatisfacción
y que lamentablemente para nosotros,
no tiene más final que la muerte.